Autor: Maria Elisa Cortina
Editorial: Caligrama
Reseña: Pobre de mi apartada del mundo cristiano que no sabia todo lo que se cuece dentro de la iglesia. En esta religiosa novela Hidelgarda encarna a una joven que por decisión de su padre se ve obligada a servir por el resto de sus días al señor, pronto empieza a relacionar las visiones que tiene desde pequeña con la figura de este ser perfecto. Hidelgarda me ha sorprendido, pensé que la autora iba a tirar por el camino fácil, contando cotilleos de un convento pero lo que nos cuenta es la historia de una santa, una santa real, que no se deja medrar ni llevar por el maligno, una santa perfecta, y quizás este sea el único fallo que encuentro, es tan perfecta que no da juego, aunque aveces si que me da un poco de risa ver lo altanera, preciosa y orgullosa que se siente (nótese la referencia), es una relación amor-odio la que tengo con ella pero esto hace interesante el relato, sus visiones, sus compañeras... estas últimas con un punto a su favor ya que las pocas veces que Hidelgarda se molesta en recordar que están ahí son oro puro, como las consume el maligno es delicioso y mucho más jugar a : une cada pecado con una hermana.
Aún así trata con un gran respeto a la iglesia sin dejar de criticarla, como atea que soy me sorprende que haya conseguido ese equilibrio de respeto y crítica, sin duda una novela que merece la pena.
